Plentzia

Tiene una superficie de 11,2 Km cuadrados, y una población según el último censo de 3.116 habitantes.

El relieve está formado por una serie de colinas que aumentan en altura hasta culminar en los montes Zabal-Ondo (213 m.) y Kurkutxa (109 m.), Estructuralmente se integra en el denominado "Sinclinorio de Bizkaia". La red fluvial con el río Plentzia ha dado lugar a una serie de meandros, en uno de los cuales se asienta el núcleo de Plentzia.

Tradicionalmente la economía del municipio estaba basada en la navegación y el comercio, si bien su cercanía al área del Bajo Nervión pordujo grandes cambios tanto en su población como en su paisaje a finales del siglo XIX.

Su situación en un área poco congestionada por viviendas y las buenas condiciones ecológicas que presenta este tramo de costa, ha hecho de este municipio un lugar propicio para el establecimiento de numerosa población flotante y un lugar para residencias secundarias que produce un aumento significativo de población durante los fines de semana y época de vacaciones.

Por ello su economía se asienta fundamentalmente en el sector terciario debido al auge de la zona, como terreno de descanso y ocio y que ha obligado a la instalación de servicios hosteleros, inmobiliarias, restaurantes, etc., para dar respuesta a toda la demanda que supone este sector.

La importancia del sector industrial es escasa, solo cuenta con talleres de escasa entidad. El sector primario se encuentra en contínuo retroceso, dedicado a los productos de demanda urbana (leche,carne, horticultura)

Historia

Villa vizcaia fundada por Lope Díaz de Haro, según se desprende del privilegio que concedió a la villa su nieto Diego Lópes de Haro en 1299. El privilegio fue confirmado por don Tello en 1366, prohibiendo a los extraños a la villa ejercer allí comercio con productos básicos y hacer ferrementerías, salgas y cabañas. El infante confirmó dos veces la carta puebla y ordenó que en caso de naufragio de cualquier tipo de embarcación, la indemnización fuera cobrada íntegramente por el dueño de aquélla. Enrique III en 1393 y Juan II en 1409 y 1428 reafirmaron estos privilegios.

Los pobladores de la villa se regían por el fuero de Logroño, disponían de un alcalde elegido anualmente que ejercía jurisdicción ordinaria por cuyas actuaciones podían apelar a las autoridades municipales de Bermeo, de un síndico y de un regidor. Plentzia ocupaba el voto y asiento ocho entre las villas que acudían a las Juntas Generales de Gernika.

Los barcos se dedicaron principalmente al cabotaje y a la navegación de altura. La construcción de buques se realizaba con la madera obtanida del monte de Isusquiza. Existió una gábrica de jarcias, otra de motonería y tres molinos harineros de marea.

La villa sufrió dos fuertes incendios, uno en qre7 y otro a finales del siglo XVII Solo quedaron en pie la torre de los Mujica-Butrón, la puerta de Santiago y la iglesia.

La parroquia dedicada a Santa María Magdalena extendía su jurisdicción espiritual a algunos caseríos de Gorliz y Urduliz. Hacia 1800 estaba servida por cuatro beneficiados de ración entera y otro de media encargado de la sacristía. El patronato pertenecía a la villa, pero el cabildo percibía todas las rimicias, un tercio de los diezmos y el derecho a la presentación del beneficiados. El resto de los diezmos se los repartían entre la villa y el marqués de Mortara.

Monumentos y paseos

Iglesia de Santa María Magdalena. Consta de tres naves sin bóvedas, sostenida por cuatro gruesas comumnas.

Constituye, un ejemplo característico de las llamadas iglesias de salón del gótico tardío, regias y austeras, pareciendo más un edificio militar que religioso.

Interiormente, hay que destacar que aunque fue modernizada, perduran en ella unos interesantes bajorelieves de estilo gótico decadente de transición al renacimiento. Cerca de la iglesia, junto a un arco, encontrará el único resto que se mantiene en pie de las antiguas murallas de la villa.

Desde la plazuela de la iglesia y mediante una pronunciada cuesta llegará a la bella, amplia y popular plaza en la que se encuentra el ayuntamiento y, en la otro esquina, el edificio del casino, que tuvo en su día gran prestigio y fama.

Si lo que desea es pasear, en este lugar especialmente adecuado para ello ya que posee un precioso recorrido junto a la ría desde el mismo punto de entrada de la villa hasta el puerto. Es, desde luego, la ría uno de los elementos más característicos de Plentzia, destacando sobre sus verdes y limpias aguas la pincelada de color de las embarcaciones fondeadas a lo largo de su reposado camino hacia el mar. Una vez en el puerto, bordeandolo, puede continuar el paseo hasta la hermosa y siempre en calma playa de Plentzia

Fiestas